viernes, 22 de mayo de 2009

El adiós de un hombre



Se acabó el amor y de la mano con este momento llegan las excusas y argumentos del hombre, en su mayoría sexuales, del por qué se siente agotado, aburrido y hastiado de su pareja. Llega también el trance en el qué la mujer inicia una serie de cuestionamientos y se pregunta cuál fue la falla en la relación.

Desde mi experiencia profesional y analizando el hecho, el hombre es un individuo que siempre se sentirá necesitado de afecto, a diferencia de la mujer que requiere ser en todo momento apreciada. Esto significa que el “macho” quiere ser reconocido por sus actitudes personales y sus logros. El hombre adquiere la figura de un cazador que busca otras opciones para resaltar la importancia de su género.

Es así que el individuo prefiere decir adiós cuando experimenta diversos hechos por los cuáles no se siente importante y deja de ser un galán. Los motivos sexuales que argumenta son diversos: Los cambios físicos de la mujer, su menopausia que trae detrás una sequedad vaginal que no la tenía en la juventud, los cambios corporales de firmeza y peso, el desinterés sexual de la fémina y la postergación de ella por otras actividades donde él no está incluido.

Excusas que se complementan, según ellos, por otros factores como la falta de comunicación y la rutina que aparece como un elemento que termina de desmoronar el compromiso adquirido.

El hombre termina entonces con la represión para iniciar rápidamente alguna aventura u otra relación con alguna mujer que sea sexualmente más afín a él, pero que no necesariamente es la que ama y con la que quiere conformar una familia.

Un ganador siente que tiene esos derechos y un hombre por las características de su especie necesita reafirmar que es el “sexo fuerte” cuando concluye con una relación.
Sin embargo, debemos aclarar que todo hombre debe ser consciente de que el goce sexual con la pareja no es lo esencial en el compromiso adquirido con una mujer.

Es importante, preocuparse el uno del otro en sus diferentes actitudes frente a lo sexual y emocional. Así, tal vez, se puede evitar el adiós del varón.

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